ELEGIR UNA TARÁNTULA: ASPECTOS A TENER EN CUENTA

PARTE 1: Carácter

 

Las distintas especies de tarántulas que se pueden tener como mascota poseen también distintas personalidades, pudiéndose encontrar tarántulas tranquilas, nerviosas, agresivas, manejables… A continuación hago una breve descripción sobre todas las características personales negativas que he podido observar en estos animales tan asombrosos.

 

1. Nerviosismo

Se relaciona con la timidez más que con la agresividad, por lo cual, lo que realmente supone esta característica es que si no se le proporciona un espacio libre de alteraciones, hay posibilidades de que el animal deje de cazar o mate a las presas sin alimentarse, esté siempre en su refugio, se irrite con facilidad o esté constantemente recorriendo el terrario. Para contrarrestar el nerviosismo:

  • Una vez instalada no se le cambia de terrario
  • Se coloca en una zona silenciosa
  • Se evita el manejo
  • Se retiran las presas que no sean cazadas, ya que un artrópodo paseándose en el terrario puede alterar a la araña.
  • Se le proporciona un refugio

Es importante no exagerar en delicadeza, ya que si en un futuro se tiene que molestar a la tarántula por algún motivo de peso mayor, no conviene que esté del todo sensibilizada, ya que de ser así el susto sería mayor.

 

2. Agresividad

Este tipo de tarántula no duda en defenderse, por lo que hay que extremar precauciones. Es importante saber, además, que la agresividad suele estar relacionada con un gran tamaño o un veneno potente, por lo que puede ser un animal con un cóctel desastroso para el dueño. No se recomienda cuidar de una tarántula agresiva hasta tener una gran experiencia con estos animales. Para contrarrestarlo:

  • En ningún caso se molestará a esta tarántula, ya que incrementará su agresividad según el trato que reciba, por lo que si se la deja tranquila hay posibilidades de que mejore su carácter.
  • El terrario debe contar con medidas de seguridad y fácil acceso para el dueño, siendo en este caso el fácil acceso aquél que permita una rápida intervención en el terrario sin posibilidades de fuga.
  • Puede que el animal se muestre más razonable mientras no tenga hambre, por lo que se intenta alimentar de forma rigurosa.

3. Territorialidad

Hay tarántulas (no muchas) a las que no les gusta que les enreden en el terrario, que les muevan el refugio o simplemente que les metan la mano en su espacio. Por lo general se defenderán de la intromisión como cualquier otra tarántula agresiva. Para contrarrestarlo:

  • A veces, para poder lidiar con estas tarántulas y limpiar bien el terrario, no queda otra opción que encerrarla mientras se trabaja, evitando así un posible ataque.
  • Suele ocurrir que estas tarántulas no dan problemas a la hora de manejarlas fuera del terrario, ya que su agresividad se anula al estar fuera de su ambiente, por lo que no es necesariamente una tarántula agresiva una vez sale de su entorno.

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4. Bajo instinto de caza

Suele estar ligado a un temperamento tranquilo, de tal manera que casi se puede afirmar que una tarántula poco cazadora es también muy pacífica (también ocurre al contrario, las grandes cazadoras suelen ser más nerviosas y/o agresivas). Para contrarrestarlo:

  • Se les espacia más de lo normal las tomas. Será más fácil que tenga hambre cuando toque echarle la presa.
  • Se varía con regularidad el tipo de alimento, rotando entre al menos cuatro presas diferentes; así la tarántula no se aburrirá de cazar siempre lo mismo y tendrá más estímulos.
  • Cuando una de estas arañas decide dejar de comer por un tiempo se debe respetar su decisión, ya que si se insiste es más fácil que se alargue este periodo. La solución es ser paciente para que deje de tener estímulos en el terrario, así cuando se vuelva a intentar al cabo de unos 15 días, tendrá más ganas de cazar.

Lola Homar Murillo, para Mucho-reptil.

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